El "cañetazo": no es un desliz, es política
El ¿simpático y dicharachero? candidato del PP no da pie con bola
Presentado a la opinión pública como el no va más en cuanto a capacidad y mérito, sin que nada objetivo lo avale, el ex ministro de Agricultura se deshace como un azucarillo en las aguas de la campaña electoral de las europeas 2014.
No vamos a relatar lo acaecido, que ya se han encargado otros. Sólo, muy en resumen, que en el pasado debate, de baja intensidad combativa y de aún más baja calidad política, la candidata del PSOE dejó claro con muy poco que el del PP tiene poca chicha. Acuciado en una TV por la evidencia, menospreció sin distinción de partido, ni de edad ni de condición social o profesional a la generalidad de las mujeres. Esperamos que no estuviera pensando, por ejemplo en su madre o en alguna hija si es que la tiene (de la mujer, si la hubiera, no decimos nada para no dar innecesariamente un patinazo ignorando el nivel y calidad de la relación, pero que por lo aventado por el candidato debe ser un tanto especial en términos de respeto e igualdad).
No sabemos lo que le habrán dicho las chicas de su familia, pero sí sabemos lo que no le han dicho ni afeado los y las de su partido; por lo avistado en las hojas dominicales de su parroquia ideológica pareciera que el Cid Campeador hubiera revivido de un día para otro. Y eso que la pelea, en su propio enfoque, era contra una mujer y el verdadero Cid nunca se hubiera rebajado al insulto. Condescendencia y fair play del candidato, dirán.
Y ese no decir, ese no afear, ese disculpar es política. Y como el asunto es feo, pero que muy feo, se trata de política de baja estofa, de conveniencia, de prevalencia de los intereses partidarios ante los derechos, en este caso de las mujeres, tan nítidamente menospreciadas y vejadas por este Yogurín de la Pradera que en buena hora se ha metido en tal zarzal.
¿Es que las mujeres del PP están de acuerdo con lo aventado por su candidato? Así parece pues quien calla otorga. Entre esto y el asunto del aborto es imposible resolver el arcano por el que ninguna mujer encuentre un buen motivo para votar al PP ni para militar en el mismo. Claro, que si se consideran tal y como las encuadra su candidato, pues ya se sabe: sarna con gusto no pica. ¡Adelante, sumisión y voto!
Pastrana, a 17 de mayo de 2014