Pánico en el escaño
La corrupción crónica y estructural de España puede tener el resultado imprevisto de llevarse por delante hasta el estatus perverso y antidemocrático de la ley electoral en cuanto al Congreso y al Senado
Hasta ahora los partidos mayoritarios han sido premiados por una ley electoral democráticamente indefendible que en base al concepto de circunscripción electoral identificada con la división administrativa de España en provincias tiene como resultado inmediato que para el tercer diputado en Guadalajara basten 25.000 votos mientras que en Madrid se necesitan más de 100.000 para el número 33. Antidemocrático sin más pero que, como todo lo injusto, termina por volverse contra quienes se han beneficiado de ello; de hecho, el secuestro del escaño que supone la ley electoral es una estafa democrática y fuente de corrupción. Tal ley de entrada garantiza a los mayoritarios una base de representación potente con pocos votos; casi no merece el esfuerzo intentar cambiar el previsible resultado. Ahora se tendrán que pelear hasta el último voto con el riesgo cierto de quedarse sin escaño.
Terror, pánico, desconcierto y más. Eso es lo que se respira en los dos grandes partidos. Esta nota estaba enfocada hasta ayer mismo de otro modo pero ante lo publicado hoy en El País y lo que se avecina por el CIS ha sido oportuno reescribirla. Esas encuestas no incluyen el devastador panorama de corrupción criminal descrito por el Juez Eloy Velasco en la operación Punica, lo que supone un salto cualitativo en la apreciación de la judicatura que nos pone en la antesala de definir lo conocido hasta la fecha como asociación mafiosa nacida, en esta caso y sobre todo, en el corazón del partido del Gobierno: un ex senador hasta este mismo año dirigiendo tal organización. Ya veremos lo que se puede desvelar en algunas provincias menores, como las de Castilla la Mancha.
El problema no son las caídas en intención de voto de los dos grandes partidos, sobre todo en el PP. Lo aterrador, para ellos, es la tendencia. Y la tendencia apunta a que antes de fin de año Podemos puede tener pre asignado un 40% de voto decidido.
¿Qué derivas puede tener esto? Muchas y nada tranquilizadoras para los partidos de la alternancia. La primera es que en al menos 30 provincias Podemos puede alcanzar 2 de los 3 Diputados en juego y 3 de los cuatro Senadores. Es decir, estamos en la antesala de que en la mayoría de las provincias uno de los dos, hasta ahora, grandes partidos sea extraparlamentario. La segunda es que las finanzas de los dos partidos se desplomarán y les obligarán a adelgazar estructura lo que a su vez echará a muchos de sus cargos al paro.
Y Rajoy pidiendo perdón en nombre de su partido. No se recuerda que en las atribuciones del cargo de Presidente del Gobierno figure ese papelón. Al Gobierno también se le llama Ejecutivo y eso ni se aprecia ni se atisba en este Gobierno esclerótico y atenazado por una corrupción partidaria como no se ha conocido en democracia. Y lo que falta por alumbrarse.
En Pastrana, Día de Difuntos, a 2 de noviembre de 2014