El PP no quiere entrar en la democracia. ¿Será por si acaso?
Una vez más el partido en el Gobierno da muestras de no entender la democracia en sentido amplio y mucho menos con generosidad, procediendo a renunciar y denunciar sus postulados sociológicos enraizados en lo más rancio, conservador y casposo: el franquismo.
Hoy se han negado a penalizar la apología del terrorismo franquista. Siempre encuentran y encontrarán disculpas para evitar la condena explícita, procurando envolverlo en otros delitos. Otra diferencia con Alemania, nación tan justamente denostada por muchas cosas pero ejemplar en muchas más y en donde tal decisión sería impensable si alguien decidiera despenalizar la adhesión y exhibición de símbolos del régimen nazi. Día de vergüenza y de oprobio. Día de luto para los millones de españoles que no han tenido reparación por el crimen continuado del Régimen Franquista contra ellos mismos o contra sus familiares y conocidos, en sus personas y en sus patrimonios.
El franquismo fue un régimen criminal, literalmente, repetimos y repetiremos cuantas veces sea preciso y ante quien sea. Un régimen que sumió en la miseria y en el apartamiento social a millones de personas; sometió en extremo a decenas de miles de ciudadanos a los que redujo al esclavismo, y que también negó a decenas de miles la oportunidad de reivindicar la reparación de sus personales desgracias ocasionadas por el advenimiento de mismo régimen. Esto último lo sigue sosteniendo el PP al combatir la ley de memoria, negando lo más elemental de la condición humana: el derecho a la reparación. Un régimen que hizo prelación de las creencia ante la ciencia, de la deformación ante la información, del sometimiento ante la liberación; dictadura extrema, en fin.
Las comparaciones son a veces odiosas, pero desde aquí no tenemos miedo al qué dirán ni a quienes lo dirán. Al grano ¿de verdad alguien cree que la traza criminal de ETA es más reprobable que la del franquismo? Sólo lo pueden mantener aquellos que del terrorismo etarra han hecho, desde el lado de la democracia, negocio, político y del otro. Si es por muertos, ni de lejos; si es por dolor, ni un infinitésimo; si es por segregación, nada que ver; si es por extorsión, daría risa comparar las de la banda criminal vasca con las incautaciones masivas de bienes y patrimonios llevados a cabo por el franquismo. Y así cuantos tópicos se quieran poner encima de la mesa para discutirlos. No hay color. ¿De verdad es más delito un acto de enaltecimiento de un etarra criminal que el del Régimen Franquista incluida la exhibición de sus símbolos?
¿Qué impide al PP dar un paso al frente? Para nosotros se trata fundamentalmente de querencia social y política, rasera con la de BILDU a la hora de reprobar a ETA. Y en tal estado de cosas, dudamos de la condición y del convencimiento democrático del PP. Así se explica lo de hoy y todo lo que rodea al debate sobre el franquismo.
Pastrana, 10 de octubre de 2013