Sin remedio ... Sin Wertgüenza
La tropa mediática del PP con el periódico de Planeta -al que resulta ofensivo nombrar por su cabecera- al frente trata de justificar lo injustificable en lo referente a la nueva política de becas
Hace pocos días un obrero sentado en un banco del parque, pues ya no puede ni tomar un café en el bar de siempre, y que votó al PP en las pasada elecciones se lamentaba y más (ya se puede imaginar el lector en qué términos, irreproducibles en todo punto) de haber procedido de tal modo. Achacaba su "desliz" al cabreo que le produjo la deriva del PSOE contra la clase trabajadora, dicho esto en sus propias términos.
Resulta que Juan - llamémosle así pues si le llamásemos Borja o Luis Fernando seguramente la historia decaería en credibilidad- tiene dos hijos. El mayor está en tercero de una ingeniería en la Universidad Politécnica de Madrid y el segundo entra este año en el Universidad. Juan lleva tres años en paro.
Ahora Juan, que carece de recursos para afrontar ambas matrículas ni puede acceder a un crédito pues además tiene un pago mensual por hipoteca de unos 900 euros, se encuentra en una situación que no tiene solución. Hasta ha pensado en vender su Renault, que ya tiene 9 años y por el que no sacaría más de 1000 euros. Pero su familia le dice que eso no es la solución.
La solución será que su hijo menor retrase su entrada a la Universidad, a pesar de que salvo para medicina y alguna otra carrera de mayor demanda, podría ingresar en cualquier universidad pública. En las privadas le bastaría con tener dinero para pagar la matrícula, de manera que un mediocre puede ser arquitecto o ingeniero por una privada y un buen estudiante pobre no podrá cursar la carrera en una pública.
Juan mataría, figuradamente hablando, por defender que sus hijos pudieran tener una ayuda. Inquirido al respecto, tras hacerle ver que gracias a él y a otros millones como él, se ha dado carta blanca a los psicópatas sociales ultraliberales para proceder de este modo contra él y contra esos millones, se justifica en lo hecho por el anterior gobierno en temas de recortes sociales. Ya se sabe que un grano, un voto, no hace montón pero ...
Juan mataría, en sentido figurado, a esos escuderos mediáticos como el director del periódico de Planeta que sin Wertgüenza ni remedio justifican la nueva ley de becas. Juan coge el cielo con las uñas cuando se percata de que justifican que las becas sean más un premio al estudiante aplicado, que acaso tiene sus medios, medios familiares, para afrontar con seguridad una carrera en la que sólo tendrá que ocuparse de estudiar. El estudiante pobre primero se tendrá que ocupar de comer y luego se deberá preocupar de si puede estudiar o no en función de si tiene o no una beca. Y esto, sin decencia alguna, es lo que se va a consolidar, un apartheid más calculadamente puesto en marcha por el PP.
Wert, que para eso es el listo de la clase, está dispuesto a provocar un homicidio sociológico, un genocidio educativo. Este Gobierno se ocupa sobre todo de aplicar la guadaña a todo lo que es de interés social, cuando su primera ocupación debiera ser allegar los recursos para evitar proceder de este modo. Pero una cosa es predicar y otra dar pan. Para mantener lo que hay que mantener y que es patrimonio de los españoles (educación pública, sanidad pública, etc.) bastaría con que a los ladrones que se ufanan de evadir impuestos se le obligue a pagar lo que deben de pagar y se les persiguiera de modo radical. Ante eso, Montoro prefiere aplicarles una amnistía, que para eso son de los suyos.
¡De Wertgüenza !
Pastrana, 23 de junio de 2013