¿Democracia continua o semidemocracia?
El sistema electoral hace de España una semidemocracia de hecho
La intermitencia del ejercicio del voto es una lacra inadmisible e incomprensible para una sociedad moderna
La democracia es básicamente un ejercicio regular o periódico de otorgamiento libre de consentimiento de unos individuos, los electores,hacia otros, los elegidos o representantes. España es una democracia representativa.
Semidemocracia
El consentimiento se puede llevar a cabo según distintas
reglamentaciones. Así, ese otorgamiento de consentimiento varía de un país a otro y dentro de un país cambia de unas elecciones a otras. En España, incomprensible e irracionalmente y por tanto de modo interesado, el grado de representación para las elecciones locales o europeas es distinto al de las regionales o al congreso de los diputados.
Evidentemente es más perfecto el sistema en el caso de las municipales y de las europeas. No se entiende sino como un ejercicio de secuestro del principio de proporcionalidad la representación en las
comunidades autónomas y en el congreso de los diputados, pues en estos casos el grado de representación varía en función del lugar donde se emite el voto, que es como decir que hay ciudadanos de primera, de segunda e incluso de tercera.
Por tanto, el sistema es mejorable y debe ser mejorado en estos ámbitos si queremos una democracia nivelada, en la que el voto de los ciudadanos tenga el mismo peso cualquiera que sea la urna en que introduce su voto.
Por tanto, hoy la democracia española es una semidemocracia.
¿Por qué ocurre esto? Pues a falta de otra sugerencia mejor, la causa es un secuestro de la democracia por parte de los partidos mayoritarios, dentro de su ámbito territorial pues el defecto que nos define como semidemocracia es el mantenimiento de un criterio de reparto de representantes en función de la territorialidad y en concreto de las
provincias como ámbito que influye en el grado de repesentación individual.La provincia es un concepto artificioso, cuya única institución que recoge el nombre es puesto en cuestión en cuanto hay ocasión. Por cierto, que hay un buen número de provincias que ni siquiera tienen Diputación.
Es decir, la democracia esta secuestrada precisamente por parte de quienes deben velar por su perfeccionamiento. Esto hace imprescindible la modificación del sistema electoral, de buen grado o forzando la situación desde la ciudadanía pues si no es así, los beneficiarios del sistema nunca van a facilitar el tránsito. Asi que, fuera secuestradores y arriba la democracia.
Democracia continua
Se puede entender que hace décadas fuera una utopía pretender una democracia directa, pero hoy en día es posible. ¿Y no es mejor que se tenga en cuenta la opinión del pueblo cada vez que sea oportuno para el pueblo soberano pronunciarse?
De nuevo, da la impresión de que son los partidos mayoritarios los que cercenan y hasta menosprecian las iniciativas de participación ciudadana.
La decisión es delicada a la vez que inaplazable. Como orientación, hay un sistema estadístico de cálculo de las audiencias de televisión que puede ser implementado a nivel demoscópico, de manera que ante cualquier propuesta legislativa, quepa pulsar por ese medio la opinión instantánea del pueblo soberano. Y función de esa pulsación de opinión, una expresión de la democracia continua, proceder.
Por ejemplo, si el sistema de democracia continua entiende que un gobierno que incumple su programa debe dimitir de modo inmediato con una ratio del 60% o 70%, el Presidente del Gobierno debe poner el cargo a disposición del Parlamento y si se repite, directamente debe proceder a disolver las Cortes. ¿Cómo se puede mantener un Gobierno que gobierna contra el pueblo?