Aznar, activista pro republicano a su pesar... en diferido
Una de las consecuencias mprevisibles de la burbuja inmobiliaria generada por la politica de liberalización del suelo de Aznar puede ser la desaparición de la monarquía.
Según publica ElPaís , resulta que una deuda hipotecaria impagable para el matrimonio Borbón-Urdangarín tendría su causa inmediata en la burbuja inmobiliaria, aquella cuya paternidad impagable sólo cabe adjudicar al primer gobierno de
Aznar.
Si la caída del sistema de Cajas de Ahorro no ha sido bastante, ahora lo que puede caer es la forma de Gobierno/Estado, la monarquía parlamentaria. No serán las turbas de yayoflautas y desarraigados votantes de Podemos. No, sería por mano de Aznar, en diferido y sin pretenderlo, y con la colaboración de su Gobierno, su primer Gobierno, en el
cual figuraba Rajoy, que está en todas las salsas sin aportar sabor, ni olor ni color.
No se conformó el matrimonio con meterse en casi 6 millones de euros de préstamo en la compra de su casa. Le agregaron otros 3 de mejoras. Ello implicaba un coste de 52.000 euros trimestral. Por eso era inaplazable la aportación de más y más ingresos. No bastaba con el pastón que le regalaba la Caixa a la entonces Infanta. Era preciso mucho más para soportar su tren de vida y el coste asociado a cuatro hijos que también se llevan lo suyo.
Así que el no siempre bien ponderado yerno ejemplar del Rey de España se metió, con su mujer, en negocios que por ninguna casualidad estaban montados sobre las administraciones públicas y sobre el cálculo de que tratándose de quien se trataba, ninguna autoridad a la que se "tocase" se atrevería a negarse a colaborar (Matas dixit)
Así fue como el matrimonio entró en donde, por aplicación de las elementales normas de la prudencia que tan magistralmente
detalló el gran Nicolás Maquiavelo, jamás debió de entrar. Ahora, las consecuencias están por ver. Poco o nada le costará al lector hilar estos acontecimientos son el malestar y rechazo creciente de la ciudadanía con la monarquía. Todo por codicia, algo, en este caso, propiciado desde un Gobierno que basa sus raíces ideológicas en el repudio de lo que fue la Segunda República española. ¡Vueltas que da la vida, amigos!
Pastrana a 29 de junio de
2014
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