Con poco basta para hacerlo bien en política
Las tres "cías" del perfecto político: competencia, decencia y coherencia
La teoría política llena kilómetros de estanterías en cientos de universidades de todo el mundo, abarcando todos los modos de organizarse cualquiera de los grupos sociales que han sido y son en la Historia de la Humanidad. En todas esas maneras de organizarse las sociedades hay un elemento común deseable desde el punto de vista del gobernado y que no es otra cosa que los gobernantes sean a la vez:
- eficientes, capaces para la tarea a desempeñar, con un grado de competencia suficiente como para justificar en cuanto a la dedicación de su puesto el sueldo que se le asigna y la dignidad que se le reconoce
- coherentes, firmes en sus convicciones democráticas, con unos principios en base a los cuales ha sido admitido de buen grado por los gobernados y por los cuales pueda servir a todos los ciudadanos y no sólo a los de su misma filiación
- decentes, es decir, honrados, no corruptos ni sectarios, y que gobiernen para el gobernado antes que para cualquier otro interés ajeno o contrario al de los gobernados
A estos tres puntales se le pueden agregar cuantos se quieran pero si un gobernante reúne una buena dosis de los tres hará buenas las expectativas puestas en él por los gobernados.
Ahora viene lo concreto y en forma de preguntas para el lector
- ¿Cuántos gobernantes actuales o pasados y cuáles ha conocido y hasta votado que tengan dosis deseables de las tres "cias"?
- ¿Cuántos gobernantes, actuales o pasados, y cuáles ha conocido que no superan umbrales mínimos de las tres "cias"?
- ¿Cuántos gobernantes actuales y cuáles son quienes superan objetivamente mínimos de las tres "cias" y por lo cual serían merecedores de su confianza?
Pastrana, a 17 de junio de 2014