El pasado vuelve Damos las gracias a los visitantes de esta página web que día a día nos remiten información de interés. No obstante debemos recordar a todos que este sitio web no está pensado para ser el tablón de anuncios de quejas o denuncias más o menos fundadas. Sólo tomaremos en cuenta las informaciones documentadas y de las que exista un refrendo testimonial personal. Ayer recibimos una documentada información sobre actividades en la Caja de Guadalajara a principios de esta década. Habida cuenta de su interés la reproducimos a continuación comentando su contenido. En el documento 1 se reporta la primera página de El País de 7 de mayo de 2002. Da cuenta de una inspección del Banco de España ocasionada por la elevada concentración de riesgos en un grupo de empresas ligadas al sector de la construcción y sobre las cuáles los procedimientos de control se aplicaban de modo liviano. Vamos, que la Caja y sus responsables entregaban fondos a gentes de confianza y controlaban lo justo lo que éstos hacían con esos fondos. El entramado de empresas estaba relacionado con el sector del ladrillo. Ya se ve que lo del tema inmobiliario y los bancos estaban ligados a las entidades financieras de un modo peculiar y desde lejos. La inspección venía del último cuatrimestre de 2001 y afectaba la actividad desarrollada con anterioridad por ese grupo de empresas. El presidente de la Caja en el momento de la Inspección era Jesús Ortega, del PP y que luego fue expulsado del Partido. Pero el grupo se creó antes. En el documento 2 se amplia la noticia abriendo la sección de economía.El citado conglomerado de empresas se denominada WadAlHayara, que como se llamó la ciudad en su época árabe.Llama la atención el comentario del inspector del Banco de España según el cual el control ejercido por los responsables de la Caja inciden negativamente en la solvencia y rentabilidad de la entidad.Vamos, o no hacían nada, o lo hacían mal. Y mientras tanto los socios industriales ganando dinero. Dado que la falta de control beneficiaría a los del grupo de empresas, parecería que los administradores de la Caja estaban más a los intereses de las empresas que a los de la entidad a la que se debían. Menciona a varios empresarios entre los cuales nos resulta familiar el apellido Carpintero que parece ser quien llevó a cabo el proyecto de la residencia de Pastrana, la misma que fue autorizada por el Ayuntamiento de Pastrana habiendo sido rechazada, al parecer, otras propuestas de gerentes de residencias de pueblos vecinos.Sigue el periódico contando que según la inspección mientras la caja asumía importantes riesgos los socios industriales obtenían grandes plusvalías. Pero es que además las sociedades, en las cuales la Caja puso el dinero, languidecían en sus beneficios. Vamos, que la Caja ponía el dinero, había grandes beneficios para los socios externos y la Caja no veía los beneficios. ¿Alguien entiende algo?. ¿La caja al servicio de intereses particulares, con escaso control de la actividad de las empresas en las cuales puso mucho dinero? La cosa continúa sin mejorar en ese informe del Banco de España: los informes de la Caja al Banco de España no se ajustaban a la realidad. Es decir, los responsables de la Caja engañaban al Banco. Tan indefendible era su conducta que ni siquiera podían recurrir a subterfugios sino directamente al engaño. La caja concentró en el Grupo Carpintero el 60% de sus recursos propios. Parece se que los administradores de la Caja, dado que conocían la inspección de 2001, procedieron con celeridad para corregir la situación, lo que no hace sino corroborar los extremos del acta del Banco de España, por que si no ¿para qué corregir la situación? En el documento 3 el semanario El Siglo en el mes de mayo de 2002 detallaba el trasfondo del grupo de empresas WadAlHayara. Según el semanario, el entramado se incubó en 1999 siendo entonces Presidente de la Caja el Alcalde de Pastrana Juan Pablo Sánchez Sánchez-Seco. Resalta el semanario que los socios obtuvieron importantes plusvalías y comisiones colocando sus propias fincas a la caja a través de las sociedades. Vamos, que se compraba una rústica y la caja pagaba lo que los propios administradores proponían. Se resalta así mismo que la cuestión de las extrañas relaciones del PP y la Caja era recurrente. Así menciona créditos fallidos de hasta 13 millones de euros con empresas y personas ligadas a representantes del PP de la época de Francisco Tomey con el cual mantenía una conocida relación como protegido político el Alcalde de Pastrana, quien entró en la política Diputación de la mano de Tomey y ayudado por las conexiones políticas del entonces Alcalde de Pastrana, su suegro. Como dijo un dirigente provincial en la elecciones de 1991, la derecha reniega del Estado pero se agarra a él como una garrapata y no lo suelta hasta que le ha chupado la última gota de sangre (o algo parecido). Así se asentó la estirpe. En el documento 4 se ahonda en la rama política del tema. Menciona como antiguos fieles al presidente popular Tomey le dejaron tirado. A estos efectos nos dicen, cosa sin confirmar y que acaso deba considerarse una leyenda urbana, que Tomey llegó a agarrar de la pechera a su antes protegido Sánchez-Seco espetándole en público como traidor. A lo que vamos, se detalla el tema del conglomerado WadAlhayara. La Caja puso 12 millones de euros. Sánchez-Seco fue fundador, consejero delegado, todo ello a la vez que ejercía de Senador. ¿Tenía incompatibilidad entre ambos cargos? También fue consejero delegado de la inmobiliaria Monte Arenal. ¿Tenemos con estos datos suficiente soporte para saber quien o quienes fueron los "autores intelectuales" de WadAlHayara, término manoseado por los prebostes y voceros de la derecha en temas desgraciadamente de mucho mayor calado, y si los gestores de la Caja llegaron a lucrarse en algún momento con estas actividades tan "poco interesantes" para la Caja (se invita al lector a adecuar este calificativo a su propia percepción de lo que aquí de describe), jugando, al menos en apariencia, con el dinero de los impositores? Nosotros nos quedamos con la descripción más que elocuente del Banco de España. ¡Qué vivan los grandes patrones de empresa que se juegan su dinero! Conocido todo esto y el nivel de crispación en la política nacional con el tema de la crisis, resulta cuando menos chocante el escaso eco que hay en la política provincial relativo a la absorción de la Caja Provincial por Cajasol. Dicen que ese tema no puede sacarse a la arena de la confrontación política. ¿O será que a ninguno de los protagonistas históricos de la Caja le interesa que se hurgue en las evoluciones de la Institución y que han podido influir decisivamente en su desaparición como entidad independiente? ¿Esconde algo la clase política provincial y encuentran una salida a posibles sorpresas enterrando la Caja? Caramba, cuántas cuestiones suscita una simple documentación de hace 8 años. Ahora parece ser que se empiezan a abrir los archivos del franquismo. Esperamos que algún historiador o cronista distinguido de la provincia tenga a bien seguir estos temas con sosiego y objetividad pero, esperamos, sin dilación. Pregunta no inocente de última hora ¿Era en esta época, 2002, cuándo se empezaba a desarrollar el proyecto urbanístico del entorno de la estación del AVE?. Si alguien tiene datos al respecto quedamos a su disposición. Nos dicen que en esa zona hubo transacciones de hasta 300 millones de euros superando las comisiones los 30 millones de euros. Ni quitamos ni ponemos. Esperamos. |